En suma, partimos de
una desconfianza de uno mismo, de una culpabilidad, para escribir
partimos con ligeros equipajes de cuatro perras que otros han atado
en tu lugar, no partimos en libertad. Es necesario tener confianza en
uno mismo. Uno confía en los demás... tiene confianza en el amor...
confía en el deseo... Y, luego, para con uno mismo se está lleno de
desconfianza ¿Por qué? No es justo. Yo confío en mí misma igual
que confío en otra. Confío en mí sin reservas.
Marguerite Duras en Los espacios de Marguerite Duras
Precioso.
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