Tronzar unha árbore enferma
Para poder interrogar al destino es necesaria una pregunta alternativa (Me quiere / No me quiere), un objeto susceptible de una variación simple (Caerá / No caerá)
y una fuerza exterior (divinidad, azar, viento) que marque uno de los
polos de la variación. Planteo siempre la misma pregunta (¿seré amado?),
y esta pregunta es alternativa: todo o nada; no concibe que
las cosas maduren, que sean sustraídas a la oportunidad del deseo. No
soy dialéctico. La dialéctica diría: la hoja no caerá, y después cae; pero entretanto habrás cambiado y no te plantearás ya la pregunta.
Roland Barthes
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