martes, 22 de marzo de 2011

"Frío blanqueando el blanco cielo más blanco"


Mañá presentan no Hotel Kafka, Jordi Doce e Julieta Valero a Mary Jo Bang e ó seu libro Elegía.
Eu aínda non o lin, pero xa lle botara o ollo, e a verdade é que tanto eles como Bartleby son garantía de calidade.


Ah, pero tanto David como Jose Ángel Barrueco subiron dous poemiñas (graaaaaaazas!), así que xenial, xa podemos abrir boca a este martes, a esta elexía, a esta beleza que sesga a dor (o libro parte do feito autobiográfico da morte do seu fillo). 


FUISTE ERES ELEGÍA

 

Frágil como un niño es frágil.

Destinado a no durar siempre.

Destinado a convertirse en otro

para la madre. Aquí estoy

sentada en una silla, pensando

en ti. Pensando

en cómo era

hablar contigo.

Cómo a veces era maravilloso

y otras veces horrible.

Cómo las drogas cuando había drogas

deshacían lo bueno casi por completo

pero no por completo

porque lo bueno siempre podía ser visto

brillar como brilla el lamé

en el escaparate de una tienda

llamada Las Cosas

Hermosas Nunca Duran Siempre.

Te amé. Te amo. Eras.

Y eres. La vida es experiencia.

Así de simple es todo. La experiencia es

la silla en que nos sentamos.

Sentarse. Pensar

en ti donde eres un vacío

que llenar

por la añoranza. Te amaba.

Te amo como amo

todas las cosas hermosas.

La auténtica belleza rara vez es auténtica.

Eras. Eres

en mayo. Mayo mirando

hacia junio que llega.

Así es como mido

el año. Todo Fue Culpa Mía

es el título de la canción

que he estado cantando.

Incluso cuando me pedías calma.

No he tenido calma alguna,

he estado llorando. Creo que tú

me has perdonado. Todavía me pones

la mano en el hombro

cuando lloro.

Gracias por eso. Y

por tu inefable sentido

de la continuidad. Eras. Eres

la cosa más brillante en el escaparate de la tienda,

lo más singular y hermoso que he visto en mi vida.

*
QUÉ HERMOSO





Una lente personal: cristal combando los rayos


que le dieron a una las noticias de aquel día,


repitiendo todos y cada uno de los días,






sólo recuerdas que habitas


un planeta que evoluciona.


Qué hermoso, pensó ella, lo que hace distancia






por agua, la vista desde arriba o lejos.


En el sueño de anoche, volvían de nuevo


al comienzo. Ella era una niña






y él era un niño.


Un avión la apeó y la dejó allí.


Frío blanqueando el blanco cielo más blanco.






Entonces un bisturí la seccionó abriéndola para que el mundo entero


fuera mar.


MARY JO BANG


[Mary Jo Bang. ELEGÍA. Traducción y prólogo de Jaime Priede. Bartleby Editores, Madrid, 2010]



*





JAVIER MORENO

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